Desde que nació el proyecto desde la propia Hyundai prometían que la próxima generación de la Tucson iba a dar que hablar. Luego de meses de fotos espía, filtraciones, teasers y recreaciones, finalmente llegó la fecha de su debut y la cuarta generación del C-SUV de la firma de Seúl fue develado en la noche de ayer debido a la diferencia horaria con el país asiático.
Tal como lo señalamos en el título, la Tucson plantea una revolución en la historia de este modelo, ya que introduce los cambios más profundos e importantes de su historia. Absolutamente nada quedó de la generación que se comercializa actualmente en nuestro mercado. La plataforma es nueva y está pensada desde cero para la incorporación de versiones híbridas –las baterías del motor eléctrico van ubicadas debajo del asiento trasero-, creció en dimensiones, sumó tecnología, pero lo que más impacta es su diseño.
Estéticamente, la carrocería está repleta de trazos marcados, líneas angulosas y pliegues que le otorgan dinamismo y musculatura. El toque de sofisticación y que la hace parecer un prototipo es el diseño de los faros principales y las luces de circulación diurna integradas a la parrilla. Lo mismo sucede en la parte trasera, con los faros de Led tipo colmillos y en un formato 3D. «La misión del concepto ‘Sensuous Sportiness’ es elevar las cualidades emocionales del diseño automotriz. Queremos que nuestros clientes se sientan conmovidos. Con el nuevo Tucson, presentamos su evolución y una declaración definitiva sobre el imparable impulso hacia adelante de la marca. El diseño avanzado y experimental de Tucson es fiel a su espíritu pionero y mejora el juego en el segmento más competitivo de la industria», destacó SangYup Lee, vicepresidente senior y director del Centro de Diseño International de Hyundai.
Llamativamente, el inside sigue otro concepto distinto al exterior –denominado Interspace- pero no menos revolucionario para la marca: en lugar de las líneas angulosas de la carrocería, el tablero sobresale por su simplicidad y minimalismo, aunque con un importante despliegue tecnológico. El instrumental convencional fue dejado de lado por una pantalla tipo pill, configurable por el conductor. Otro detalle llamativo es la consola central que separa el área del conductor de la del pasajero: cuenta con una enorme pantalla táctil desde la que se opera el sistema multimedia y por debajo se ubican los mandos de la climatización, también completamente táctiles eliminando los comandos físicos Como siempre decimos, es una solución que desde lo estético da resultado porque le da una apariencia limpia y libre de botones o perillas al tablero, pero que desde lo funcional es polémica ya que resulta más intuitivo utilizar mandos físicos claramente diferenciados entre sí. Igualmente, dispone de un avanzado sistema de reconocimiento de voz para efectuar órdenes como encender la climatización que, dicho sea de paso, funciona como en los aviones, sin el impacto de la corriente de aire con los pasajeros sino distribuyendo el aire por todo el habitáculo.
Otra novedad tiene que ver con los sistemas de asistencias a la conducción, un punto en el que había quedado relegada respecto a su hermana menor, la Kona, pero que en esta cuarta generación da un paso hacia delante: dispone de management de velocidad crucero adaptativo, frenado autónomo de emergencia con detección de peatones y ciclistas, alerta de punto ciego y de tráfico cruzado trasero, sistema de cámaras con visión de 360º y estacionamiento automático, entre otros ítems.
Claro que este salto en diseño y tecnología también se complementa con una evolución en su mecánica y en ese sentido, la nueva Tucson ofrecerá hasta 12 alternativas distintas: seis propulsores nafteros, cuatro diésel, un híbrido, un híbrido enchufable y versiones mild-hybrid tanto para los motores nafteros como diésel, con potencias que van desde los 150 a 230 CV, disponibles con una caja handbook de 6 marchas, automática de doble embrague de 7 velocidades o automática con convertidor de par de 8 marchas y sistemas de tracción easy o integral. Algunas configuraciones no fueron informadas aún pero entre las confirmadas están un motor naftero 1.6 T-GDI de 150 CV (también disponible con sistema mild-hybrid de 48V), un híbrido con el 1.6 T-GDI de 230 CV o diésel de 115 y 136 CV (mild-hybrid de 48V). Las versiones con tracción integral utilizan la tecnología HTRAC, con varios modos de conducción, suspensión regulable electrónicamente y amortiguadores adaptativos.
¿Llegará a Argentina? La respuesta la dio el propio CEO de la filial native de la marca coreana, Ernesto Cavicchioli: «Tucson es sinónimo de SUV y es un verdadero emblema de la marca en argentina, por tecnología, confiabilidad y diseño. Ya estamos trabajando para tener esta nueva generación lo antes posible, pero pese a nuestra ansiedad, el modelo se comenzará a producir para nuestra región a partir del 2021. Esperamos poder tenerlo en nuestro país durante el segundo semestre del próximo año», anticipó.
