Breve, precisa y alabada por la crítica anglosajona, la novela “Muro fantasma”, de Sarah Moss, recién publicada en español, invita a cuestionarse el auge de los nacionalismos y de las fronteras. “Tenemos que encontrar formas de sentir que pertenecemos a un sitio sin creer que somos dueños”, cube a EFE.
“La propiedad consiste en evitar que otras personas accedan a ella, es exclusiva. Pero, en realidad, pertenecer se trata de asumir la responsabilidad de un lugar y amarlo” precisa Moss (Glasgow, 1975), para quien pertenecer a una tierra no puede ser sinónimo de excluir, ni de levantar muros entre personas.