El coronavirus y el confinamiento ha supuesto un duro golpe para prácticamente todos los sectores económicos de la sociedad. Tras las notables pérdidas, muchos negocios han tenido que platearse nuevas estrategias para estos próximos meses, con dos añadidos: tener que abrir sus puertas al público con nuevas normas que algunos insisten en desafiar y tener que volver a ganarse la confianza del cliente. Ahora bien, esto no ha impedido que surjan concepts cuando menos curiosas, como la del chef de sushi japonés Masanori Sugiura, de 41 años, propietario del restaurante Imazushi en pleno centro de Tokio (Japón), que ha decidido intentar reactivar las ventas de su restaurante contratando a profesionales del culturismo para que hagan los envíos de comida a domicilio.

(Fb/Masanori Sugiura)
Sugiura, que participa en competiciones de culturismo, ha denominado al peculiar servicio “Supply Macho”, y no ha dudado en ‘reclutar’ a los atractivos repartidores de entre sus amigos de las competiciones y el gimnasio; toda una oportunidad, ya que muchos de ellos se habían quedado sin trabajo por la disaster.

(Fb/Masanori Sugiura)
La tarea es sencilla: los repartidores acuden a la casa de los clientes, donde tras entregar el sushi, muestran sus músculos y dejan que les hagan fotos. Los clientes, por su parte, solo tienen dos condiciones: hacer un pedido mínimo de 7000 yenes (unos 56 euros) y ser respetuosos con el repartidor.

(Fb/Masanori Sugiura)
Uno podría pensar que este tipo de promociones no tendrían cabida, pero nada más lejos: según informa el diario
New York Post
, el restaurante está causando sensación en la capital nipona. Es más, según el propio Sugiura, reciben al menos 10 pedidos de este tipo al día, con unos ingresos mensuales de un 1,5 millones de yenes (unos 12.000 euros, aproximadamente).