No son pocos los que recuerdan con una mezcla de nostalgia y cierta rabia aquel León de calles llenas que bullía con el comercio.
Nombres como Barros, Valles, Euromoda, Lobato, Virgilio Fidalgo o Lisandro aún resuenan en el imaginario colectivo y a buen seguro que, si el lector suma ya unos cuantos años de vida, recordará las tardes mirando sus escaparates o perdiéndose entre los productos que vendían desde el comercio de cercanía.
Lejos queda aquel León pujante. Su economía poco se parece a la precise y su población no ha crecido como en aquellos días cabría esperar si se miraba al futuro. Los leoneses del mundo rural ya no llegan a la ciudad con el ánimo de ‘hacer compra’ porque, de la mano de la capital, la provincia también dejó de pisar el acelerador.
La ciudad ahora es otra cosa. La disaster del coronavirus ha supuesto una puntilla más para muchos negocios que, un día de este 2020, se hartaron de seguir poniendo del bolsillo propio para levantar una trapa a la que le prometieron ayudas que no llegan.
La viva imagen de ese León se resume en los escasos segundos que dura el vídeo de Laura González (@lauryytta). Un paseo de escasos 300 metros en los que la tuitera leonesa va sumando locales cerrados en el centro de León. Hasta el momento, el tuit ya cuenta con más de mil ‘retuits’ y multitud de reacciones.
Si hubiera que marcar un punto en el que León y su comercio empezarón a ver la curva descendente, Javier Menéndez, presidente de Aleco, lo tiene claro: «Yo creo que el fin de la minería y la caída del campo han supuesto el mayor golpe, porque León vivía de su provincia», apunta el presidente de los comerciantes capitalinos, que recuerda que la provincia «ha visto cómo han dejado de round cerca de sesenta millones generados por el carbón».
La caída con pendiente negativa deja atrás aquellos años de bonanza en los que nada parecía que fuera a acabar. «Ahora echamos la culpa a la pandemia, pero disaster también hay en Burgos y en el Levante y no están como León», apunta Menéndez, que pronostica que la capital va a vivir «mucha defunción del pequeño comercio».
¿Quién paga la fiesta del comercio on-line?
Ahondando en el análisis, el presidente entiende que «lo que León necesita es industria más que comercio, que vendrá de la mano si existe lo primero». Pero el mensaje va más allá. «No pueden sacarnos de la disaster los que nos han metido en ella y el comercio on-line de las marcas que todos conocemos es insostenible. ¿Quién paga eso?».
El progresivo fin de la minería dio al traste con un León que se comparaba con las ciudades vecinas sin complejos. Ahora, el negocio está en los carteles de ‘se alquila’. Los tiempos cambian. No siempre a mejor.
