La Xunta de Galicia ha impuesto el uso de las mascarillas en gimnasios o espacios cerrados, aunque se pueda garantizar el mantenimiento de la distancia de seguridad interpersonal, y el debate sobre esa prenda que ha invadido el mundo a rebufo del coronavirus coge músculo entre los usuarios de esas instalaciones deportivas.
Los hay que no irían a un gimnasio en el que la mascarilla no fuera obligatoria, como confiesa a Efe Rubén, que además es profesor de Educación Física en un colegio, mientras otros se quejan de las limitaciones que supone el uso de ese equipo de protección particular person al hacer deporte, hasta el punto de considerarla “insaluble”.