La industria turística ha sido duramente trastocada por el Covid-19, lo que ha tenido como resultado la paralización de los viajes por aire, mar y tierra, y las agencias de viajes en Puerto Rico prácticamente se han quedado sin trabajo hasta nuevo aviso. Esta situación ha obligado a muchos dueños de agencia de viaje a reinventarse incursionando en otras industrias o poniendo en práctica nuevas habilidades o certificaciones para sufragar sus gastos.
Este es el caso de Blandine de Lataillade, propietaria de Journey Gallery y que abrió sus puertas en el 2001. Su agencia, que se dedica a planificar viajes a destinos exóticos, sigue operando pero sin generar dinero, ya que la mayoría de las gestiones que realiza son para viajes futuros. Por esta razón, volvió a desempeñarse como profesora, una tarea que no realizaba desde que llegó a la Isla en 1993, proveniente de Francia.
“Cuando llegué a Puerto Rico di clases de francés en el Colegio San Ignacio y de mandarín en la Universidad de Puerto Rico (UPR). Para recuperarnos en este momento estoy dando ambas clases por Zoom. Algunos estudiantes son mis clientes y otros son nuevos. La mayoría son de la Isla, pero también tengo alumnos de República Dominicana y Brasil. La gente se disfruta mucho las clases, para mí es como viajar de manera digital, porque hablamos mucho de ese tema y planificamos viajar a Francia para practicar el idioma. Dar clases me llena mucho. Durante este mes voy a viajar a Francia y lugares como Santorini en Grecia, desde donde seguiré dando mis clases con estos escenarios”, explicó De Lataillade, quien puede viajar a Europa por medio de su ciudadanía francesa, ya que por el momento los americanos no pueden visitar la mayoría de los países de Europa.
De Lataillade sigue visualizando su futuro viajando, aunque reconoció que una vez pase la pandemia de coronavirus las costumbres de viajes serán diferentes, por lo que ya planifica cómo adaptarse a la nueva realidad del turismo con distanciamiento físico.
“Planificamos viajes en grupos pequeños a lugares con naturaleza como África donde los safaris son en Jeep al aire libre. También hay lugares como Turquía que tiene ciudades como Pamukale y Capadocia, donde hay pueblos poco conocidos y con menos cantidad de gente que los turísticos, que son muy interesantes. Ir a un pueblo donde los residentes casi no ven turistas y se puede hacer un picnic o una caminata al aire libre, eso es viajar. Descubrir lugares, eso es vida”, opinó la francesa.
En el caso de Daphne Barbeito, propietaria de Cruceros to Go y portavoz de la Alianza Turística de Puerto Rico, esta decidió prepararse para asesorar todo tipo de negocio que esté sufriendo el efecto económico del Covid-19, sobre las alternativas de incentivos existentes para que puedan restablecerse durante y luego de la emergencia de salud que afecta al mundo entero.
“Me dieron la oportunidad de trabajar en Synergy Companions como consultora de Desarrollo de Negocios brindando servicios de asesoría sobre incentivos federales y créditos contributivos con un enfoque en momentos de desastres. El proceso de crecimiento ha sido bien interesante, porque es un brinco de la industria de viajes —que es lo que me apasiona— a trabajar con ayudas federales que es un apoyo para que los negocios se mantengan a flote. Es retante, pero es un área de oportunidad. Lo único constante es el cambio y hay que asimilarlos rápido para sobrevivir”, opinó.
Barbeito, quien orienta en las industrias de la hospitalidad, restaurantes, alimentos y construcción, entre otros, continúa ampliando sus horizontes y conocimientos en este sector donde ya ha identificado oportunidades de nuevos negocios en el futuro —ante la necesidad de información en el desarrollo de negocios y las ayudas disponibles— pero a la vez mantiene su agencia de viajes, aunque trabajando desde su hogar.
“Cruceros to Go sigue operando, pero con menos horas en la semana. La Compañía de Turismo nos dio una moratoria de seis meses para poder trabajar remoto. Entregué el native porque no hay volumen de clientes, aunque me gusta tener un espacio seen para que cualquier tipo de cliente tenga acceso a nuestros servicios. Estamos aprovechando este tiempo para dar un ‘restart’ entre abril y marzo que es cuando visualizo que vuelvan los viajes. Mientras tanto, estamos trabajando reembolsos y créditos para viajes futuros, además del mercado de ‘vacation spot marriage ceremony’ en el que tengo ocho pedidos para el año que viene”, indicó Barbeito, quien organiza viajes en crucero para Islandia y Alaska en el 2020.
Por su parte, Miguel Olivo, dueño de Cruceros y Más, también labora desde su hogar todo lo relacionado a los tramites de viaje de sus clientes, pero la mayoría de su tiempo se lo está dedicando a la venta y alquiler de propiedades residenciales.
“Todo está detenido en turismo y los ciudadanos americanos no pueden entrar a muchos países. Sin embargo, entre el 30% y 40% de mis clientes movieron sus viajes para el año que viene. Cerré la oficina y ahora trabajo remoto para no tener que pagar gastos como los de renta y utilidades. Sé de muchas agencias que han cerrado permanentemente. En mi caso, tengo la licencia de corredor de bienes raíces desde 2018 y estaba trabajando en este sector ‘half time’ para generar dinero further, y ahora estoy dedicado a buscar propiedades y mostrarlas. Es diferente porque antes estaba todo el día en la oficina y ahora estoy en la calle buscando negocio”, comentó Olivo.
Esta alternativa laboral ha sido muy efectiva para este agente de viajes —que ahora evalúa si se dedicará al mercado de los bienes raíces en el futuro— ya que esta alternativa de ingreso le está dando buenos resultados.
“Estoy bien activo con las casas y también tengo una propiedad en la que invertí con un amigo para arreglarla y venderla. Espero regresar a los viajes, pero si siguen bien los bienes raíces me podría dedicar a esto y entonces trabajar los viajes a tiempo parcial. Ahora hay mucho negocio en la venta y alquiler de propiedades y la dinámica me encanta. En enero veré en que estatus me quedo”, dijo Olivo, quien lleva 15 años en la industria turística y dos en los bienes raíces.
