La Unión Flamenca acaba de cumplir cuatro meses como asociación nacional nacida para “dar voz” al colectivo profesional flamenco y “dignificar” su trabajo a través de un marco jurídico, porque, asegura su vicepresidente, el cantaor Arcángel, el sector “pide a voces una regularización”.
Es la principal reivindicación de los artistas de base, aquellos a quienes “muchas veces no se les da de alta en la Seguridad Social” como tales y, por lo tanto, “cotizan menos”, pese a que existe un convenido colectivo que “unos cumplen y otros no”. “Con los ERTE hay compañeros que están cobrando 70 euros”, ejemplifica en una entrevista con Efe.